Tuareg: fotografía de Sebastià Caus y petroglifos de Georg Massanés

Tuareg no sólo es el título, sino también la etnia protagonista de estas pequeñas joyas bibliófilas que presenta en exclusiva Barcelona Design Gallery en dos formatos distintos: de forma individual, con las fotografías enmarcadas en tamaño 114x58cm, o en una colección de ocho láminas de 43x32cm en carpeta artesanal.

Son enigmáticas obras de arte a cuatro manos, ya que cada una de las fotografías de Sebastià Caus se acompaña de un texto y presenta símbolos de la escritura tifinagh realizados a mano por Georg Massanés. Bellos paisajes donde la ausencia de límites acerca al viajero a una noción de infinito y a la de eternidad en la soledad silenciosa y estrellada de sus noches.
Lámina enmarcada de 114x58cm
PVP: 2.956€

Así narra el propio Georg Massanés esta experiencia artística y simbiótica: "En marzo de 1999, Sebastià Caus viajó a un país convulso por acontecimientos políticos recientes y recorrió lo que constituye la mayor parte de su territorio: el Desierto del Sahara. Junto con el equipo de guías y asistentes que lo acompañaba, realizó un trabajo de documentación gráfica de algunos de los lugares más sorprendentes y fascinantes del país, un topo asociado al vacío, tórrido e inhóspito espacio sin límites: el desierto. Y aunque pueda parecer inhabitable para el hombre, esta geografía de piedra y arena tiene habitantes: los Tuareg o Imuhagh, es decir, "los nobles" o "los libres", según ellos mismos se definen. Este pueblo nómada de etnia berebere remonta sus orígenes al año 1.000 antes de Cristo. Algunos Tuareg formaron parte del equipo del fotógrafo catalán y le ofrecieron la oportunidad de realizar el conjunto de fotografías que contienen las cajas expuestas ahora en BDG.

Lámina enmarcada de 114x58cm
PVP: 2.956€
Impresión fotográfica sobre lienzo  262x51cm
PVP: 2.750€

Sebastià me preguntó si le ayudaría a pintar los símbolos tifinagh encima de las fotografías y esta primera colaboración despertó en mí la curiosidad experimentadora del pintor con el grupo de fotografías que debía manipular. Le pedí dos impresiones piezográficas en blanco y negro de gran formato, que me permitieran trabajar con más libertad. Ya en mi taller, preparé una emulsión de color tostado que daría un fondo de tono a las imágenes. De forma inesperada, las tintas de impresión se diluyeron ligeramente dando lugar a corrimientos del tono negro y creando un efecto pictórico muy bello. Finalmente, pinté símbolos de la escritura tifinagh.

No es muy frecuente que dos artistas accedan a crear una obra a cuatro manos: estilo, personalidad, temáticas y medios técnicos diferentes, pueden hacer fracasar el proyecto. Sin embargo, en este caso, la colaboración ha sido muy satisfactoria para ambos."
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